Soy un porteño nacido
en el barrio que se cuadre,
niño bien, medio compadre,
sobrador y consentido.
Tengo fama de aburrido
y ando galgueando la guita,
pero guardo la infinita
nobleza del ser humano,
si canto con “Mano a Mano”,
lloro con “La cumparsita".
Me hice una ley: ser derecho
en la mala y en la buena,
silbo y desato una pena
que se hizo nudo en mi pecho.
Guardo en el alma el acecho,
una pasión sin medida,
y sé jugarme la vida
por un naipe y una dama,
si me habrán dejao de cama
naipes, paicas y bebidas.
Me templé en los bodegones
sacando lustre al estaño,
vi hacer callo al desengaño
en corazón de varones.
Pianto de los metejones
que traen al amor fulero,
pero soy bueno y sincero
cuando el amor me echa garra.
¡Yo soy como la guitarra,
canto y lloro cuando quiero!