Talán, talán, talán...
pasa el tranvía por Tucumán.
"Prensa", "Nación" y "Argentina"
gritan los pibes de esquina a esquina.
"Ranca e manana, torano e pera"
ya viene el tano por la "vedera".
Detrás del puerto
se asoma el día,
ya van los pobres
a trabajar,
y a casa vuelven
los calaveras
y milongueras
a descansar.
Talán, talán, talán...
sigue el tranvía por Tucumán.
Del acoplado en un banco
muy pensativo viaja don Juan,
un viejo criollo que hace treinta años
en las estibas se gana el pan.
Está muy triste
desde aquel día
que su hija mala
dejó el hogar,
siguiendo el paso
de aquel canalla
que por su puerta
lo vio rondar.
Talán, talán, talán...
se va el tranvía por Tucumán.
Pero al llegar cerca 'el bajo
un auto abierto se ve cruzar,
en el que vuelve la desdichada
medio dopada de humo y champán.
El pobre viejo
la reconoce
y del tranvía
se va a largar,
pero hay amigos
que lo contienen
y el auto corre...
no se ve más.
Talán, talán...
pobre don Juan...