Para ti, que no puedo nombrar.
Para ti, que estás hecha de sombra.
Para ti, que eres niebla en el mar
y locura de amar
y palabra que nunca se nombra.
Para ti, que no puedo nombrar,
a pesar de ser todo en mi vida,
este tango se ha echado a volar
y quisiera tu nombre gritar,
dulce alondra querida,
pobre alondra escondida.
Escucha amor, escucha bien,
escucha en este tango enamorado,
tu nombre, como un grito agazapado.
Escucha amor, escucha bien,
escucha en este tango dolorido,
tu nombre, dulcemente repetido.
Escúchalo y verás que este tango
es tu nombre y nada más.
¡Para ti, que no puedo nombrar!