Fuiste bacán desde chico, tus pañales fueron finos,
con sonajero de plata una nursey te acunó.
Ibas creciendo entre libros en un colegio de curas
y a los veinte, qué amargura, el viejo se te espiró.
Eras único heredero, te dio por comprar de todo:
amor, mentiras, amigos, honor, vicio, falsedad.
Hoy me contás, te das cuenta, que fuiste en esta vida
una alegre señorito que compró la realidad.
Hoy, bacán amigo,
cuánta verdad me decís.
Envidias cuando me río,
encontrás todo tan frío
que no sabés ser feliz.
Tenés apellido y vento,
amigos de sociedad,
no sabés estar contento
porque el cuore que está dentro
siente frío y soledad.
Yo fui pobre desde chico, mis pañales fueron trapos,
por sonajero un tarrito, pero mama me acunó.
Mis libros fueron la calle, me enseñó a ganarme el mango,
fue la pureza del fango quien siempre me acompañó.
Hoy, después de ver el drama del bacán amigo mío,
daré a mis hijos estudios o un oficio que, tal vez,
será la herencia que deje sin plata para enviciarlos
las armas para ganarlo con orgullo y honradez.
Hoy, bacán amigo,
hoy recién te conocés.