Ansiedad de saber que vendrá
a endulzar nuestro hogar,
el tesoro de un hijo.
Y ha de ser en nuestras vidas
la esperanza más querida.
Esperar y esperando soñar
con el ser que al llegar
colmará nuestra dicha.
Rosado y tierno capulito
que será de nuestro amor la bendición.
Ángel... que desde el cielo
llega para los dos.
Por lo mucho que te quiero
adorándote lo espero.
Gracias... querida mía,
gracias... mi corazón,
por hacerme tan dichoso
con el hijo que traerás
a nuestro hogar.
Hoy te siento más cerca de mí
y quisiera, feliz,
levantarte en mis brazos
y besarte apasionado...
o llorar sobre tus manos.
Hoy me siento más tuyo, mi bien,
palpitante estaré esperando ese día.
Y habrá perfume en nuestro nido
de un rosal que, por amor, florecerá.