Vamos, Buenos Aires soñadora
con tu piel trasnochadora, tu silueta de coqueta feliz.
Vamos a los tangos que tu mole de gris
tiene alma de gorrión, nostálgico y febril.
Hoy que te atraviesan tan de prisa
tantos parabrisas que la rosa huele a gas oil.
Vamos que hay un verso por nacer
en labios de un poeta que canta a una mujer.
Ni chata ni farol, ni corralón
baja el malón, a mil por Pueyrredón
y en el carmín y el rímel de una esquina
la misma marioneta, que alquila morisquetas de amor.
Vamos, Buenos Aires, que este sol es de hoy...
Vamos que el ochenta despertó.
Abrime tu telón, de acrílico y neón,
dejame enamorar tu corazón.
Vamos, Buenos Aires ganadora
con la pose sobradora de la euforia que nos deja el mundial
de acertar el prode o gambetear la inflación
perfume de París, juguetes de Japón...
Calles con orejas de cemento
de bancarse el tiempo, sin hallar las cosas de ayer,
dame tus amores que tal vez
mañana ni recuerdes que un día te canté.