Vieja postal
de una mujer de ojos negros
que con llanto por velo
en el desierto quedó.
Triste final
que estaba escrito en la arena
sigue punzando mi pena
su voz dulce y oriental.
Noches del Cairo
perfumadas de misterio
por unos ojos negros
llevo la sal del dolor.
Fue junto al Nilo
que al escuchar sus suspiros
supe su triste destino
de viajera sin amor.
En la nostalgia sigo buscando tus ojos
tus ojos sin el velo
desde el día del adiós.