Volvé de nuevo a casa
volvé buena hermanita
que nuestra madrecita
no cesa de llorar
que ella olvida todo
el mal que le hayas hecho
y dentro de su pecho
te quiere perdonar.
En el patio las vecinas nos miran y sonríen
y a veces me preguntan si sé donde tú está
y hasta los mismos chicos nos mofan y se ríen
desde la noche aquella que no volviste más;
yo no sé si estas contenta, no sé que es de tu vida
no sé qué es lo que haces, ni sé que es lo que harás
pero sé, y estoy seguro, que aunque mucho seas querida
igual que en nuestra casa nunca, nunca lo serás.
También el otro día
(aunque a creerlo me resisto)
me han dicho que te han visto
del brazo de un bacán,
y mientras vos la pasas
en fiestas y derroches
¡nosotros, cuántas noches,
pasamos sin un pan!