Fuiste en mí la pasión de mi vida,
de ti pensé hacer mi mujercita,
mas todo fue una ilusión perdida
como una flor, que crece y se marchita.
Nunca pensé que vos de tal manera
pagaras hoy lo que yo hice ayer,
pues bien supiste que mi vida entera
y toda mi pasión di por tu ser.
Porque un viejo, ambiciosa,
te cubriera de brillantes,
porque un viejo, mala miga,
te comprase un Cadillac.
Por satisfacer tu orgullo
bajo el brillo de tus trajes
olvidaste que sos hembra
olvidaste qué es amar.
Quizás mañana, cuando todo pase,
y el auto aquel te llegue a molestar,
lo mismo que tus joyas y tus trajes
y esa ansia que tenés de milonguear.
Y cuando pienses, en tus noches tristes,
en todo lo que tengas que sufrir,
que de ambiciosa todo lo perdiste,
¡Dios quiera que no tengas que sufrir.