Ya no te espero...
Ya no me siento a destejer las horas lentas
aferrado a tu regreso contra el frío de mi puerta.
Ya no te espero...
Ya no te busco como un ciego
que acaricia los fantasmas
de tu sombra en los espejos.
Ya no te espero
y he clausurado las hendijas de mis ansias
sin la fe
sin la esperanza
que se cansa de esperar...
Yo me decía y repetía que tu amor
me salvaría finalmente del rencor...
Ese rencor de reventarse la ilusión
contra las venas y llorar
acurrucado en un rincón.
Yo te decía que te amaba como un niño,
que hasta el cielo yo te amaba...
¡...Y hasta todas las esquinas!
Y sin embargo no sé bien por qué razón
hoy ya no llora tu desdén
mi resignado corazón.
Ya no te espero...
Y si volvieras a cruzar por esta puerta
te diría que esta muerta
la porfía de mi anhelo...
Ya no te espero...
Ya no me duele más tu olvido
ni te pido que regreses
porque ya no desespero...
Ya no te espero...
Y hasta me asombra
que no tenga la constancia
ni la fe
ni la esperanza
que se cansa de esperar…