Ay Aurora me has echado al abandono.
Yo que tanto y que tanto te he quería
y tu negra traición me echó el olvido
Ay Aurora... si te amo todavía.
Mas yo no puedo castigarla como debo esta falsía.
Castígala, Señor, con toda tu energía.
Que sufra mucho, pero que nunca muera,
Ay Aurora... si te amo todavía.
Mas no pretendas recuperar el trono
que tenías en mi pecho y lo has perdido.
Hasta el fondo del alma me has herido
y del fondo del alma te perdono.
Juan D'Arienzo - 1939 - Alberto Echague - Ay Aurora