Una tardecita de verano suave como palabra de amor
acongojado, por las nostalgias
busqué una mesita en un bar salón.
Fiesta de los ojos, bálsamo de penas,
pasar elegante vi
a las jovencitas que al oír algún piropo
sonreían con hermosa gracia juvenil.
¡Oh! La ironía del cruel destino
junto a mí lado pasó.
Barquillo de humo fue su amor
con cargamento de dolor
que hizo su escala en mi puerto.
Amor... rencores...
risas y llantos...
dentro del pecho sentí,
quise gritarle mi dolor
que su presencia reavivó
pero una copa ahogó mi voz.
Mi calle Cabildo sos linda como esas pibas que pasean por vos
cuántos idilios hay en tu seno,
vos sos de Belgrano fuente del amor.
También una tarde de verano suave como palabra de amor
la has visto conmigo...
pero hoy ya pasó ella
sin mirar a la mesita de ese bar salón.