Con ansias me diste la miel de tu encanto
y así nos amamos, con honda pasión,
pasaron los años lo mismo que un sueño,
dichoso a tu lado con tanta emoción.
Y así, a tus amores atado he vivido
hasta que el cansancio mi vida golpeó,
y yo, por no hacerte sufrir, he callado
diez meses muy largos fingiéndote amor.
Y a vos
hoy lo mismo que a mi te sucede también;
el hastío tu vida llenó.
No quieres decirlo por miedo a que sufra
y callas fingiendo lo mismo que yo.
Por eso
es que quiero con mi confidencia
decirte sincero la pura verdad:
si estamos iguales y no nos queremos,
que cada cual siga con su libertad.
Por fin, ya lo sabes, no sufro. No temas,
tu caso es el mío e igual la razón;
amor resentido tan sólo fue el nuestro
mas hoy el cansancio mató esa pasión.
Estamos a tiempo, seguí tu camino,
tu ideal yo no he sido ni el mío sos vos.
¿Por qué esta comedia de amores fingidos?
¡Quedemos amigos y libres los dos!