Crecí aquí,
a media cuadra de las citas domingueras
de las morochas con los soldados,
en esos tiempos de jugar en la vereda
de calesita, cine y helado.
Después me fui,
viví mudando de balcón mi primavera
y echó raíces mi desarraigo.
Y Zannetín también se fue y la panadera
que me vendía caramelos de fiado.
Pero a ese paso cascabelero
de los mateos va mi costado.
Hacia el Zoológico, hacia el Botánico,
con rumbo esdrújulo pasea mi barrio.
Yo soy de Palermo Viejo,
como Cortázar, como Carriego,
y cuando salgo de tardecita
por los pasajes me los encuentro.
Yo soy de Palermo Viejo,
pagos de Borges, Ferrer y Negro,
y en el bullicio de la placita
vuelve a hamacarme la voz del tiempo.
Por fin volví,
traje a mis hijos a vivir de otra manera,
entre jazmines, frente al estaño
del almacén donde mi viejo, quién lo viera,
se amanecía con el truco y sus milagros.
Yo soy... de aquí.
1er Premio del Festival Sadaic de Tangos Inéditos 1998.