Tango hermano, yo he sabido
que estás triste y lo comprendo,
porque sé que andan diciendo
que agarraste el tobogán...
Frente a ritmos importados
que coparon tu compás.
Es por eso que esta noche
he venido a visitarte,
pa’ ponerme de tu parte
no me importa contra quién...
y decirte, tango hermano,
¡sé valiente, no aflojés!
Con una guitarra
o un bandoneón,
canta, hermano tango,
canta tu canción;
y con las tristezas
que te da la vida
curarás la herida
de tu corazón.
¡Canta, hermano tango,
canta tu canción!
¡Sin vos, Buenos Aires
no tiene emoción!
Mano a mano tallaremos
como cuadra a nuestro rango,
añorando, hermano tango,
lindos tiempos del ayer...
¡cuando dando serenatas,
rezongabas tu querer!
Cuando al filo de una reja
querendona y bien florida
nos jugábamos la vida,
ahí nomás, por una flor...
frente a frente y con cualquiera,
¡defendiendo nuestro amor!