En mi lento divagar acrecienta mi dolor
la tristeza de estar solo...
Yo quisiera reaccionar y arrancarme este querer
que me mata poco a poco.
Pero ¿cómo he de olvidarla?
Me hacen falta sus caricias
y es un fuego su recuerdo
que consume hasta mi vida...
He tratado de calmar esta fiebre en otro amor
pero no, no puede ser.
Todo me habla de su olvido...
¡Si ella viera cómo estoy!
Desgarrado y abatido la reclama sin cesar
mi pobre corazón...
Agotado por la pena
que reflejo en el mirar
he perdido hasta la fuerza
para poderla llorar.
Yo no sé qué debo hacer ni qué rumbo tomaré
porque estoy desorientado.
¡Es tan triste verse así aplastao por la verdad
y ver todo abandonado!
Yo te quise tanto y tanto...
Vos hundiste mi existencia...
Y hoy tu risa despiadada
vive atada con mi pena...
Aturdido de pensar no me quiero convencer
de que no te veré más...