Se va la vida...
se va y no vuelve.
Escuchá este consejo;
si un bacán te promete acomodar,
entrá derecho viejo.
Se va, pebeta,
quién la detiene
si ni Dios la sujeta,
lo mejor es gozarla y largar
las penas a rodar.
Yo quiero,
muchacha,
que al fin mostrés la hilacha
y al mishio
recuerdo
le des un golpe de hacha.
Decí, pa qué queres
llorar un amor
y morir, tal vez,
de desesperanza.
No rogués la flor
de un sueño infeliz
porque, a lo mejor,
la suerte te alcanza
si te decidís.
Se va la vida...
se va y no vuelve,
escuchá este consejo;
si un bacán te promete acomodar,
entrá derecho viejo.
Pasan los días,
pasan los años,
es fugaz la alegría,
no pensés en dolor ni en virtud,
viví tu juventud.
Letra firmada con el seudónimo Luis Mario.