Cuando esta noche falte la luna,
pierda tu nombre o no oiga mi voz...
Si se va el río, se seca el barro y
ningún profeta juega a ser Dios,
¿de dónde saco el cinco pa´l peso?
¿Quién me devuelve la que (ya) no soy?
¿Con qué ojos puedo mirar mi ausencia?
¿En qué desiertos salvo tu olor?
Si no quedamos esos que fuimos,
vino y naranjas, humo y azul,
ni un tango astilla desesperanzas,
ninguna ojera raspando un blues.
Mi escote sangra una rosa oscura,
mi vientre llora una ausencia gris,
mi boca espera, fruta olvidada,
nadie me nombra, sólo el hollín.
Si en mi garganta aprietan las uvas
de aquel lenguaje que habla de vos,
si ya secaste aquella palabra
o la encendiste en otro fulgor,
¿para que abriste mi casa entera,
volcaste todo, sin preguntar?
¿Dónde perdí lo que ya sabía y,
desprevenida, te dejé entrar?