Así... mi bien,
sintiendo nuestros labios encendidos.
Así... así...
pensando nada más que en nuestro amor.
Apiádate de mí y quédate, por Dios,
tan sólo un poco más, entre mis brazos.
¿No ves que si te vas vendrá la soledad
y mi alma quedará hecha pedazos?
Sintiendo nuestros labios encendidos,
vivamos otra vez la realidad.
Acércate, mi amor, demora este final
y quédate, por Dios, un poco más.