Campaneame bien, hermano,
estoy listo en la palmera.
Yo sé bien que la que espera
muy pronto me va a llevar;
por eso es que chorro viejo,
escabiador, mujeriego,
sólo te pido, te ruego,
me escuchés sin protestar.
A nadie tengo en el mundo
más que a vos y a la viejita;
por mi culpa, pobrecita,
vos sabés cuánto lloro...
Pero vos que estás a tiempo,
si querés podés abrirte
y no vas a arrepentirte
como me arrepiento yo.
¡Hacelo por la vieja,
abrite de la barra!...
¿No ves lo que te espera
si continuas así?
¿No ves que es peligroso
tomar la vida en farra?
¡Hacelo por la vieja
si no lo haces por mí!...
De ésta, hermano, no me escapo,
no pretendas engrupirme;
mas, ¿pa' que voy a afligirme
si tenía que suceder?
Aunque mama, pobre mama,
prenda velas a la Virgen,
yo sé bien que estoy en cama,
que ya no hay nada que hacer...
Anoche la pobre vieja,
cuando nadie la veía,
creyéndose que dormía
llorando me fue a besar.
No pude hacerme el dormido,
la besé, la abracé fuerte...
¡Madre, le dije, la muerte
muy pronto me va a llevar!