¡Araca, corazón... callate un poco
y escuchá, por favor, este chamuyo!
Si sabés que su amor es todo tuyo
y no hay motivos para hacerse el loco,
araca, corazón, callate un poco.
Así cantaba
un pobre punga
que a la gayola
por culpa de ella
fue a descansar,
mientras la paica
con sus donaires
por esas calles
de Buenos Aires
se echó a rodar.
Mas como todo se acaba en esta vida
una tarde salió de la prisión,
y al hallarla le dijo el pobre punga
"¡Volvé otra vez conmigo, por favorl"
"Volver no puedo"
dijo la paica…
"El amor mío
ya se acabó".
Pasó una sombra,
cruzó un balazo,
cayó la paica
y una ambulancia
tranquilamente
se la llevó.
Y nuevamente en las horas de la noche,
cuando duerme tranquilo el pabellón,
desde la última celda de la cárcel
se oye cantar del punga esta canción.
¡Araca, corazón... callate un poco
y escuchá por favor este chamuyo!
y no hay motivos para hacerse el loco,
Si sabés que su amor nunca fue tuyo
araca, corazón, callate un poco.
ALBERTO MANCIONE - JORGE LEDESMA - ARACA CORAZÓN - TANGO