Te importó destrozarme la vida
y arrastrar mi esperanza al espanto.
Te importó que se hundieran en llanto,
mi amor y mis sueños. ¿No es cierto que no?
Te importó que grité de rodillas,
no me hagas sufrir de este modo.
Y querés que me olvide de todo,
cerrando mis ojos a tanto dolor.
Vos me has hecho mucho daño,
te adoraba y me mentías.
¡Pero tanto, tanto daño,
todo, todo el que podías!
¿Te parece todavía
que te puedo ...