Déjame mentir que volverás
que volverás con el ayer,
con el ayer de nuestro sueño.
Déjame esperarte, ¡nada más!,
ya que comprendo que esperar
es un pedazo de recuerdo,
se que este dolor, es el dolor de comprender
que no puede ser esa esperanza
que me ahoga.
Déjame llorar, siempre llorar,
y recordarte y esperar
al comprender que no volverás.
Qué te importa que te llore,
qué te importa que me mientas
si ha quedado roto mi castillo del ayer ...